sábado, 22 de enero de 2011

XII: Tesis

No es que yo sea de las que creen que el cine español "bueno" es el que hace Alejandro Amenábar y pocas excepciones más. Pero si lo si que pienso es que el primer largometraje del director es una de las gran obras maestras que ha ofrecido el cine español al séptimo arte, al menos, en las dos últimas décadas.



Alejandro Amenabar se adentra de lleno en el mundo de la direccón cinematrográfica a los veinticuatro años, cuando recien salido de la Universidad Complutense de Madrid con el título de Licenciado en Ciencias de la Información dirige y escribe Tesis, thiller que narra, a grandes rasgos, como una chica estudiante de Imagen se ve enrredada en un entorno de asesinatos mediante videos snuff causado mientras buscaba información para su tesis La violencia en los medios audiovisuales. Conoce a Chema, compañero de clase seguidor del cine gore y pornográfico y Bosco, misterioso estudiante que ve a una amiga íntima suya como es asesinada en una snuff.

Protagonizada por Ana Torrent y un jóven y primerizo en el mundo de la interpretación Fele Martínez, el film se hizo con siete de las ocho estatuillas a las que aspiraba en los premios Goya de 1997. Perdiendo solo la candidatura a mejor actriz, la película ganó el premio como mejor película, mejor dirección novel, mejor actor revelación, mejor guión original, mejor dirección de producción, mejor montaje y mejor sonido.

Con el total apoyo del conocidísimo director, guionista y productor José Luis Cuerda, Amenabar consigue en su primer largometraje lo que, supondría para el resto de su carrera, el comienzo de un largo camino de éxitos acampañados siempre del recuerdo de Tesis la que, en mi opinión y la de muchos, supone su mejor película a años luz del resto, a pesar de que esta sea la que tiene un presupuesto más humilde que el resto.

jueves, 20 de enero de 2011

XI: Ciudadano Kane

Hay dos tipos de personas: las que consiguen lo que quieren y las que no se atreven a conseguir lo que quieren.

Posiblemente, algunos ya la hayan conocido. Otros, en cambio, pensaran, o no, que es una buena frase pero no ubican su origen. Esta es solo una de las muchas grandes frases que de la que es considerada una de las grandes obras maestras de la historia del cine, obteniendo con un Oscars en 1941 al mejor guión original. Su título: Ciudadano Kane.



Escrita, dirigida y protagonizada por el gran Orson Welles, Ciudadano Kane centra su argumento en el fallecimiento del propio Charles Foster Kane, multimillonario americano propietario de varios periódicos de gran prestigio, dos sindicatos, una red de emisoras y gran número de obras de arte. Misteriosamente, muere en su mansión dejando como legado, además de una incalculable suma de dinero, una única palabra para que todo un país intente averiguar el significado: Rosebud.

El estreno de Ciudadano Kane no dejó indiferente a nadie. No solo por la calidad de su guión y las escenas, si no porque suponía el principio de una serie de recursos técnicos inutilizados hasta el momento, como la utilización de cámaras en movimiento y travelling en la grabación de determinadas escenas.

Pero la fama de Orson Welles es antecesora a la causada por la creación, dirección y protagonismo de Ciudadano Kane. El 30 de octubre de 1938 el pánico llega a las calles de Estados Unidos y es que, la Columbia Broadcasting System (CBS) anunciaba la caida de las fuerzas americanas derrotadas por la llegada de los marcianos a la Tierra. Pero simplemente se trataba de una adaptación del libro La guerra de los mundos, de H.G. Wells que el propio Welles había realizado para la radio.



Puede que sea en blanco y negro, y sin gran calidad en la imagen ni en el sonido. Pero, películas como Ciudadano Kane son una prueba de que no siempre la utilización de últimas tecnologías dan mejores resultados. Setenta años después de su rodaje y difusión por el mundo, Ciudadano Kane continúa siendo una de los mejores largometrajes de la historia del cine.

martes, 18 de enero de 2011

X: Inicios del Cine Español



A pesar de que, actualmente, el cine español vive un momento de auge en su propia creación de películas, el septimo arte de España nunca ha sido de los menos valorados, incluso dentro del país.

Prejuicios que acompañan a la gente siempre que se disponen a ver una producción dirigida y/o protagonizada por españoles hace replantearse si realmente merece la pena verla o no.

Salida de misa de doce de la Iglesia del Pilar de Zaragoza fue grabada en 1896 durante las fiestas del Pilar por Eduardo Jimeno Correas, ayudado por su padre, Eduardo Jimeno Peromarta, los cuales, fueron los primeros en España en adquirir un aparato de los hermanos Lumière. Para ello, Jimeno se situó en un balcón de la Basílica del Pilar para grabar la salida de los asistentes a una misa. Y así, padre e hijo consiguieron rodar la primera película filmada por españoles. Pero a pesar de que si fue la primera película considerada española, no era lo primero que se proyectaba y grababa en el país.













Fotograma de la película "Salida de misa de doce del Pilar de Zaragoza".

Un año antes, en 1895, se tiene conocimiento que el operador Francis Doublier vino íntegramente a España para grabar con una cámara una corrida de toros. Formaba parte de las grabaciones que realizaban los hermanos Lumiére acerca de las denominadas "Escenas Naturales".
Y, el 13 de mayo de 1896, meses antes de la grabación de la fiestas del Pilar de Zaragoza, Alexandre Promio vino al país con algunas imágenes para proyectarlas con el cinematógrafo.

Actualmente, no se conserva la considerada primera película del cine español pero, si que se sabe, que no fue la primero q rodó el maño Jimeno Correas. Previamente a ella, grabó unas maniobras del ejercito en la orilla del río Ebro pero su visualización era imposible a causa dela falta de luz.

Salida de misa de doce de la Iglesia del Pilar de Zaragoza fue grabada junto a la segunda película del director, Saludos. Ambas fueron filmadas durante la semana que duraban las fiestas patronales de Zaragoza, los domingos 11 y 18 de octubre de 1896. Actualmente, no es posible el visionado de ninguna de ambas películas.


domingo, 16 de enero de 2011

IX: Julia Margaret Cameron

Nacida en la India, criada en Francia y, después de casada, ciudadana de Inglaterra. Esto son algunos de los sitios en los que transcurrió la vida de una fotógrafas más conocidas del siglo XIX.

Julia Margaret Cameron comenzó a dedicarse al arte de la fotografía a partir de los cuarenta y ocho años, cuando una hija suya le regaló una primera cámara fotográfica para evitar el sufrimiento que padecía su madre en los viajes de su marido.

Sus primeros pinitos en el mundo de la fotografía y, tan solo un año después de la obtención de la que abrió un nuevo camino laboral en la vida de Julia, ésta consiguió su ingreso como miembro de la Sociedad Fotográfica de Londres y Escocia.

Centró su carrera fotográfico en retratos de corte artístico. En una carta dirigida a John Herschel confesó su intención de aliniar la fotografía con el arte, y escribió: "Mis aspiraciones son ennoblecer la fotografía y alzarla a la categoría de Arte, combinando la realidad con la poesía y la belleza ideal".

Su situación económica le permitió tener a su disposición facilidades y todo lo necesario para dedicarse a la fotografía. Así que, en su propia casa, montó en el depósito de carbón en un cuarto oscuro y en el gallinero un estudio.

Sus retratos son muestra de su personalidad. En ellos captaba la mayor expresividad posible que le mostraban los modelos, consiguiendo ilustrar su grandeza a través de una fotografía. Era una persona excéntrica, instintiva, que se dejaba mover por sus inmpulsos. Puede que todo ello quedase reflejado en las características de sus fotografías, tratadas de manera diferente de mujer a hombre.






















Sir John Herschel, uno de sus retratos más conocidos.


Una de las características esenciales de las fotografías de Julia Margaret Cameron era la falta de nitidez que tenían todas ellas, efecto conseguido a propósito para conseguir ese desenfoque perfecto que dió la fama y el prestigio a la fotógrafa india.
Escribió un libro "Annals of my glass house", que cuenta todos los secretos que utilizó la fotógrafa desde su comienzo, y nos muestra todas las fotografías que Cameron captó y reveló a lo largo de sus años dedicados a ellas.

Os dejo con un video que muestra algunos de los trabajos de Julia Margaret Cameron.




jueves, 13 de enero de 2011

VIII: Fotografía en color

Si a principios del siglo XIX cuando Nièpce y Daguerre desarrollaron la fotografía, fue a finales de ese mismo siglo cuando el físico James Clerk Maxwell desmostró que, a partir de luces de los tres colores primarios, se podría obtener cualquier color y, con ellos, la fotografía a color. Este proceso recibió el nombre de tricromía, y consistía en un proceso fotográfico que confirmaba la obtención de todos los colores a partir del rojo, del azul y del verde en diferentes proporciones.

Maxwell le pidió al fotógrafo Thomas Sutton que captase tres veces una misma imagen, cada una con un filtro de color diferente correspondiente a los de los tres colores primarios.

El resultado fue el siguiente, una fotografía que responde al nombre de Tartan Ribbon.



En este proceso de desarrollo de la fotografía a color, destacaremos, entre otros avances, al llevado a cabo por los hermanos Lumière.

Si alrededor de 1894 proyectaban en una sala de París algo inédito que lograría la total y profunda admiración de los afortunados que acudieron a la filmación de aquellas secuencias de momentos cotidianos, a principios del siglo XX, hacia 1904, presentaron un sistema de rejillas que recubría la placa de pequeños granos de fécula de patata teñida. El procedimiento fue llamado como placa autocroma, y su comercialización en 1097 pronto fue sustituía por otra mejor que sustituía las placas utilizadas hasta el momento por películas y su nombre evolucionó a kodakchrome.

Este último formato ha sido el utilizado por cámaras fotográficas y de cine hasta el año 2009, cuyo uso quedó a un segundo plano con la llegada de las actuales y revolucionarias cámaras digitales.

El 22 de junio de 2009 la empresa multinacional Eastman Kodak anunció su fin de producción de este tipo de carretes fotográfico,admitiendo la llegada de una nueva era en la cual los procesos analógicos pasan a un segundo plano abriendo un amplio camino a la tecnología digital.

martes, 11 de enero de 2011

VII: Primeras proyecciones

"La sortie des ouvriers des usines Lumière à Lyon Monplaisir" no fue la única filmación grabada por los franceses hermanos Lumière antes centrarse definitivamente en la invención de la fotografía a color. Algunas de las exitosas grabaciones que consiguieron alzar la popularidad de las cortas secuencias grabadas por los Lumière son Llegada del tren a la estación de Ciotat, La partida de Naipes, El regador regado, La demolición del muro, Salida del puerto y La merienda del bebé, entre otras.

Todas eran de características similares: secuencias de menos de un minuto de duración que mostraba un momento determinado del día representado por personas elegidas al azar sin tener preparado algo concreto, actuaban sin ningún guión y sin necesitar ninguna vestimenta especial; recogían la realidad sin ninguna alteración por parte del operador del cinematógrafo.


Lo que a nosotros nos supondría una razón más para dejar de ir al cine, tuvo un enorme éxito en el Salón Indiano de París. Y es que la proyección de secuencias vividas con frecuencia en nuestras vidas sin color, ni gran nitidez en la imagen, ni siquiera un atractivo guión acompañado de una pegadiza música sentó a parisinos en las butacas de la sala consiguiendo algo que muchos quisieran actualmente en los estrenos de sus películas, y es llenar la sala de personas interesadas en su trabajo.

A pesar de que los hermanos Lumière se negaron a comercializar el cinematógrafo, después del éxito surgido de la proyección de las diez primeras tomas naturales de escenas de la vida, se vieron en la obligación de continuar en la filmación de estas escenas y en la de fabricar cinematógrafos y contratar operadores que siguiesen rodando imágenes en movimiento.

Con el paso del tiempo, se pusieron a la venta las denominadas Toma vistas, máquinas fotográficas que permitían grabar imágenes en movimientos. Son los cinematógrafos comerciales y, su venta al público, acercó la grabación de momentos de la vida a todo el mundo y permitió la expansión de la grabación de vídeo a gran cantidad de lugares y personas.

jueves, 6 de enero de 2011

VI: Cine, cine, cine...

Fueron los hermanos Lumière quienes un 28 de marzo de 1894 presentaron un proyecto de cine (al cual los mismos decían no encontrarle ningún futuro). Una inicial filmación rodada tres días antes de su primera proyección en París que respondía al nombre de "La sortie des ouvriers des usines Lumière à Lyon Monplaisir" (Salida de los obreros de la fábrica Lumière en Lyon Monplaisir) fue la que dio el pistoletazo de salida en el mundo cinematográfico.



En blanco y negro y sin sonido, así fue el primer cortometraje de menos de un minuto de duración que inauguró el que, actualmente, es considerado como "el Séptimo Arte". Mostraba la salida de los obreros de una fábrica en un día cualquiera, como hacía todos de manera rutinaria. Continuaron con su faceta de filmar para mostrar al mundo imágenes grabadas, y, prosiguieron, grabando y proyectando una serie de cortos que los hermanos Lumière habían filmado, mostrando el día a día de la vida cotidiana.

Con el Cinematógrafo, que era un aparato óptico patentado poco antes del estreno de la que fue su primera presentación en público, consiguieron grabar algo el cual atrajo la atención de miles de Parisinos que atendieron expectantes a esa proyección que supondría la primera de otra muchas que continuaron en la mejora y absorción de la posterior mejora del cine, y que atenderían, seguidamente, a la proyección de historias reales o ficticias, mejores o peores.

Pero, a pesar del éxito recogido, los mismo hermanos reconocían ver su invención como algo fugaz, así que, negaron su posible comercialización y decidieron sacarle algo de provecho mandando un cinematógrafo y un operador a lugares donde fueran necesarios.

Enzarzados en su negativismo ante la posibilidad de ofrecer a todo el que fuese posible la adquisición de un cinematógrafo, los Lumière centraron sus investigaciones en el desarrollo de la fotografía a color, regalando a posteriores investigadores la comercialización de la que supuso el inicio del mundo del cine.